Los objetos de vidrio con forma de cuentas son una característica conocida del suelo lunar; se crearon en condiciones de temperatura y presión extremas, como por actividad volcánica o un evento de impacto. Sin embargo, estas cuentas de vidrio bien podrían ser el factor impulsor detrás del ciclo del agua de la luna y algún día podrían usarse para recolectar agua para las misiones de los astronautas.
El análisis del suelo lunar traído por la misión Chang’e-5 de China ha revelado lo que los científicos llaman «firmas de hidratación», que se dice que muestran la abundancia de agua que parece ser el resultado de la difusión del agua a través de los vientos solares. Los hallazgos publicados en «Naturalezacortesía de expertos de la Academia de Ciencias de China, sugieren que estas perlas de vidrio lunares contienen una «cantidad sustancial» de agua. De hecho, perlas de vidrio como esta podrían muy bien ser la fuente de agua oculta en otros cuerpos celestes como la luna, que carecen de su propia atmósfera bien definida.
Con respecto al descubrimiento, un miembro del equipo de investigación, el profesor HU Sen, comentó que «estos hallazgos indican que los vidrios de impacto en la superficie de la luna y otros cuerpos sin aire en el sistema solar son capaces de almacenar agua derivada del viento solar». La investigación prometedora señala que estas perlas de vidrio actúan como una especie de esponja, pero la cantidad de agua atrapada por ellas no es particularmente alta. Caracterizadas por una composición química uniforme y una superficie lisa, las perlas de vidrio encontradas en las muestras de suelo lunar contienen alrededor de 2.000 microgramos de agua por gramo de material vítreo, según el estudio.
Mucha agua, pero la cosecha es el desafío clave
Esa es una cantidad muy pequeña, pero teniendo en cuenta que las perlas de vidrio abundan en el suelo lunar, el equipo de investigación estima que la luna podría albergar aproximadamente 600 billones de libras de agua. Eso no está ni cerca de la abundancia de agua en la Tierra, pero sigue siendo una cantidad considerable. Sin embargo, el mayor desafío sería extraer agua de estas perlas de vidrio. Para eso, los astronautas en la luna tendrán que calentarlo para extraerlo y almacenarlo para el consumo y otras tareas de importancia crítica.
El equipo también notó que los rastros de agua que se encuentran en estas perlas de vidrio son extremadamente escasos en deuterio, un isótopo de hidrógeno. Dado que los vientos solares también son bajos en deuterio y el sol alberga el otro isótopo de hidrógeno llamado protio, el equipo concluyó que el agua atrapada en estas perlas de vidrio proviene de los vientos solares. Cuando los átomos de hidrógeno transportados por los vientos solares reaccionan con el oxígeno y los materiales a base de oxígeno que forman las perlas de vidrio, se produce agua.
Otra implicación importante del descubrimiento es que las perlas de vidrio podrían ser un depósito clave de agua atrapada en forma de hielo en las regiones polares de los cuerpos celestes, que viven permanentemente en la sombra. Y si la luna es una indicación, el agua atrapada en estas perlas debería actuar como amortiguador entre el agua que se libera al espacio y el resto que se repone de nuevo a la superficie de forma cíclica.