La Organización Mundial de la Salud recomienda que los anticuerpos se usen con dos grupos específicos de pacientes con COVID-19 para ayudar a garantizar que sobrevivan a la enfermedad. Hay dos recomendaciones en la última actualización sobre el tema, ambas basadas en evidencia y datos de una serie de ensayos, algunos de los cuales aún no han sido revisados por pares.
La recomendación cubre una combinación de imdevimab y casirivimab, dos anticuerpos que ayudan a los cuerpos de los pacientes a combatir el virus SARS-CoV-2. La recomendación cubre dos grupos específicos de personas: pacientes que tienen un alto riesgo de ser hospitalizados por COVID-19, incluso si tienen un caso más leve, así como pacientes cuyos cuerpos no han desarrollado respuestas de anticuerpos contra el virus.
Ese último grupo está reservado para pacientes que tienen infecciones graves o críticas por COVID-19, con la OMS citando la Los datos del ensayo RECUPERACIÓN sobre cómo estos dos anticuerpos redujeron las tasas de mortalidad entre los pacientes que tienen infecciones graves/críticas. Los anticuerpos también redujeron la necesidad de ventiladores en pacientes cuyos sistemas inmunológicos no podían producir anticuerpos contra el virus.
Mientras tanto, la recomendación de administrar estos anticuerpos a pacientes en riesgo no grave se basa en tres ensayos, que aún están a la espera de la revisión por pares. Los datos de estos ensayos indican que administrar anticuerpos a estos pacientes puede reducir la duración de los síntomas de COVID-19 y el riesgo de hospitalización.
La Organización Mundial de la Salud explica que es poco probable que dar estos tratamientos con anticuerpos a otros pacientes con COVID-19 sea significativo. La organización señala que estas recomendaciones se realizan bajo sus pautas vivas, que se actualizan cuando hay nuevos datos disponibles. Además, la OMS dice que es posible que surjan nuevas variantes contra las cuales estos anticuerpos sean menos efectivos.