La NASA es mejor conocida por sus aventuras fuera de este mundo, pero ayer, en Washington, DC, el administrador de la NASA, Bill Nelson, anunció un proyecto un poco más cercano a la Tierra. En cooperación con The Boeing Company y otros socios de la industria, se dedicará un total combinado de más de 1100 millones de dólares al diseño, la construcción y el vuelo de un avión comercial de pasillo único de última generación. El objetivo es crear un avión mucho más eficiente en combustible que pueda entrar en servicio ya en la década de 2030.
La NASA está invirtiendo $ 425 millones en el proyecto. Después de que termine el programa, la NASA no tendrá ni un solo avión para demostrarlo. En cambio, la inversión representa la importancia de reducir las emisiones de los viajes aéreos, que es un importante contribuyente al cambio climático, algo en lo que la NASA se centra mucho en monitorear y mejorar. En un comunicado de prensa, NASA declaró que los aviones de pasillo único representan cerca de la mitad de las emisiones de la aviación en todo el mundo en la actualidad. Estos tipos de aeronaves son extremadamente comunes, particularmente para viajes aéreos de pasajeros.
Este proyecto tiene como objetivo reducir las emisiones hasta en un 30 % en comparación con las aeronaves comparables más eficientes que se utilizan en la actualidad. En última instancia, tanto la NASA como la comunidad de la aviación en su conjunto se han comprometido a lograr emisiones netas de carbono cero para 2050. Esta inversión conjunta representa un paso importante en ese camino, aunque solo será uno de los muchos cambios en las próximas décadas. Entonces, ¿qué será exactamente esta nueva tecnología y cómo se espera que funcione?
Hay algo… cosa en el ala del avión.
El cambio más obvio en la aeronave es el diseño de las alas, que se llaman Transonic Truss-Braced Wings (TTBW). Revelado por primera vez por Boeing en 2019, el diseño TTBW presenta alas mucho más altas en el avión que los aviones comerciales actuales. Si ha volado recientemente, por ejemplo, en un Boeing 737, puede recordar que, en caso de emergencia, hay salidas sobre las alas del avión. Pero en un avión TTBW, las alas están unidas a la parte superior del fuselaje, muy por encima de las ventanas y puertas de salida.
La envergadura de estos aviones será mucho mayor que la de los aviones de pasajeros de un solo pasillo de hoy en día, más cerca de 170 pies que la envergadura de 117 pies del 737 (a través de Boeing). Si bien son mucho más largas, estas alas también son mucho más livianas y, por lo tanto, deben ser sostenidas por vigas, lo que le da su nombre al TTBW. Boeing ha estado estudiando este concepto durante aproximadamente 10 años en un esfuerzo por reducir tanto las emisiones como el ruido y, al mismo tiempo, mejorar el rendimiento.
Además del diseño innovador del ala, la NASA y Boeing también tienen la intención de innovar otros sistemas, incluidos la propulsión, los materiales y la arquitectura de sistemas, dijo Boeing en su propio comunicado de prensa. En este momento, la NASA tiene la intención de terminar las pruebas de este proyecto a finales de esta década, lo que significa que podría estar abordando casualmente un avión TTBW en la década de 2030. Por supuesto, no siempre se sabe que la NASA cumple con el cronograma. Aun así, limpiar los cielos es un objetivo digno y, para todos aquí en tierra, un bienvenido soplo de aire fresco.