Un inhibidor de enzimas desarrollado por Pfizer y probado como un tratamiento potencial para el Alzheimer es el tema de un nuevo estudio, pero no tiene nada que ver con la memoria. Más bien, los investigadores encontraron que la inhibición de una enzima llamada PDE9 hizo que los ratones con sobrepeso quemaran una cantidad considerable de grasa sin cambios en su dieta y nivel de actividad… aunque había una trampa muy importante.
Cabe señalar que el nuevo estudio involucró ratones, no humanos, y sería necesaria una investigación adicional en humanos para determinar si algún día se podría desarrollar un producto similar para tratar la obesidad en las personas. En este caso, el estudio involucró ratones machos y hembras; a algunos de los ratones hembra se les extirparon los ovarios mientras que otros permanecieron intactos.
El estudio, que proviene de la Universidad Johns Hopkins, involucró la alimentación de ratones de laboratorio con una dieta alta en grasas; después de cuatro meses de comerlo, los ratones duplicaron su peso corporal además de desarrollar diabetes y niveles altos de lípidos en sangre. Algunos de los ratones también tenían estrés por presión en el corazón con la intención de imitar los efectos del síndrome cardiometabólico.
A algunos de los ratones se les administró un placebo mientras que a los otros se les administró el inhibidor de la enzima PDE9. Si bien este fármaco no resultó ser un tratamiento útil para el Alzheimer, los investigadores encontraron que condujo a una pérdida de peso notable en los ratones sin reducir su masa corporal magra ni requerir cambios en la dieta o la actividad.
Los ratones machos experimentaron un cambio de peso medio del 19,5 %, mientras que las hembras experimentaron una reducción del 27,5 %. El problema, sin embargo, es que solo los ratones hembra sin ovarios experimentaron cambios de peso notables, mientras que los ratones hembra que todavía tenían ovarios no experimentaron los mismos cambios. Los investigadores dicen que esto indica el papel del estrógeno en la regulación del peso.
Los hallazgos algún día podrían allanar el camino para un tratamiento que ayude a las mujeres a perder el peso de la cintura que comúnmente se gana durante la menopausia. Asumiendo que los mismos efectos podrían traducirse de ratones a humanos, los investigadores estiman que un humano de 250 libras perdería alrededor de 50 libras tomando este tipo de inhibidor de enzimas sin ningún cambio en el ejercicio o la dieta.