En un intento por descubrir si una proteína en particular es un desencadenante de la artritis reumatoide, científicos de la Universidad de Toledo descubrieron accidentalmente una vacuna contra la dolorosa enfermedad autoinmune. Se descubrió que la vacuna a base de proteínas genera una respuesta del sistema inmunitario rápida, fuerte y duradera que ofrece protección contra la enfermedad.
La artritis reumatoide, como la mayoría de las enfermedades autoinmunes, se desencadena a través de mecanismos que no se comprenden del todo, lo que dificulta el desarrollo de una forma de prevenir la afección. No existe una cura conocida para la enfermedad en este momento, pero la vacuna experimental recientemente desarrollada puede allanar el camino para el tratamiento preventivo.
El Dr. Ritu Chakravarti de la universidad ha estudiado la 14-3-3 zeta, una proteína, por el papel que puede desempeñar en las enfermedades inmunitarias. Investigaciones anteriores condujeron a la exploración de esta proteína como desencadenante de la artritis reumatoide, pero ese no fue el caso. En cambio, el uso de la edición de genes para eliminar la proteína en modelos animales resultó en que desarrollaran artritis severa a edades más tempranas de lo normal.
Equipados con ese nuevo conocimiento, los científicos detrás de este esfuerzo Desarrolló una vacuna basada en una versión purificada de esta proteína. La vacuna desencadenó una respuesta inmunitaria rápida y duradera en modelos animales que ofrecía protección contra la artritis reumatoide. No solo eso, sino que la vacuna también provocó que la artritis preexistente en animales «desapareciera por completo».
Los científicos descubrieron que su vacuna experimental también mejoró la calidad ósea, lo que indica que esta vacuna, o una similar, también puede tener usos más allá de la artritis reumatoide. El equipo ahora está buscando compañías farmacéuticas con las que asociarse para estudios de toxicidad y seguridad, y señaló que esperan eventualmente comenzar un ensayo preclínico para la vacuna.